Todo proyecto que sea rechazado debe de contar con el apoyo para mejorar sus proyectos, creándole en el ciudadano nuevos caminos del entendimiento y sabiduría en la especialidad de su preferencia.
En todo caso que el proyecto sea totalmente inviable, le toca a la comisión que recibe los proyectos, de explicarle muy delicadamente para no herirles los sentimientos exponiendo en ella los pro y los contra del porqué no se puede realizar, tal vez el ciudadano se preocupe en recrear el proyecto y presentarlo de cierta manera que sea viable y beneficiario para todos.
